Una empresa holandesa con una visión de la responsabilidad social corporativa da a sus productos de alta calidad un buen destino para evitar desperdiciar alimentos. La empresa está interesada en comprar productos alimenticios que no puedan venderse en mercados normales por diferentes motivos, por ejemplo, por su tamaño o forma irregular o por exceso de stock. Además de evitar desperdiciar alimentos, la compañía ofrece un método para que los productores capitalicen productos que, de otra manera, supondrían una pérdida financiera. La empresa tiene experiencia en almacenamiento y distribución de productos alimenticios y busca proveedores de alimentos y bebidas, preferiblemente procedentes de Europa Occidental, con el fin de establecer una cooperación beneficiosa para todas las partes.